Ciudad de México.- Un 28 de agosto de 1988, los Diablos Rojos conquistaron el campeonato número diez en su historia y estuvieron en primer lugar casi todo el año para resultar igualmente el super líder. Fue el segundo gallardete seguido del equipo escarlata y el quinto y último para Cananea Reyes como manager del México, quien además durante la temporada llegó a mil victorias como timonel del Diablos.
Para la obtención de este título el México dejó en el camino a Yucatán 4-1, después a Jalisco en serie que fue barrida por los escarlatas 4-0, para después llegar a la gran final enfrentando a Saltillo.
Esta vez, la serie final por el campeonato fue contra los Saraperos de Saltillo, y los Diablos conquistaron el título en solamente cinco juegos. Diablos ganó los dos primeros de la serie final celebrados en el Parque del Seguro, el primero 3-0 con pitcheo del norteamericano Ben Morrow y jonrón de Nelson Barrera, y el segundo 7-2 con pitcheo del norteamericano Fredy Arroyo que, como refuerzo de última hora, había logrado un juego sun hit ya al final del calendario. Lorenzo Bundy bateó jonrón de tres carreras en este partido.
Ya en Saltillo, los Diablos ganaron el tercer juego de la final 5-3 con pitcheo combinado de Martín Hernández y Salomé Barojas.
Después de la victoria de Saltillo en el cuarto juego viene el quinto en el Parque Madrero en Saltillo y los Diablos ganaron una batalla de 1-0 con carrera empujada por Alonso Téllez sobre Armando Reynoso, luego pitcher de las Grandes Ligas. Freddy Arroyo fue el pitcher ganador, pero fue necesario un gran relevo de Salomé Barojas desde la sexta entrada.
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